ROBERTO CARLOS : EL ALMA ROMÁNTICA DE AMÉRICA LATINA, LLEGA A QUERÉTARO
- Mariana Nuñez
- hace 2 días
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Hay artistas que no pasan de moda. Hay voces que no se apagan con el tiempo. Hay canciones que se convierten en parte de quienes las escuchan… Y entre esos pocos elegidos está Roberto Carlos. El próximo 22 de mayo, el eterno rey de la música romántica brasileña hará vibrar el Hípico de Juriquilla, en Querétaro, con un concierto que promete ser más que un espectáculo: será un viaje al corazón.

Con más de seis décadas de carrera y millones de discos vendidos, Roberto Carlos no sólo ha marcado generaciones, ha sido el soundtrack de incontables historias de amor, de reconciliación, de nostalgia y de esperanza. Su voz suave y profunda, su presencia discreta pero imponente, y sobre todo, su forma de decir lo que muchos sentimos pero no sabemos poner en palabras, lo han convertido en leyenda viva.
Tres canciones que nos siguen tocando el alma
Entre todas sus joyas musicales, hay tres canciones que siguen brillando con una luz propia, que no han perdido ni un gramo de emoción con los años, y que hoy siguen siendo de las más reproducidas… porque siguen haciéndonos sentir.
“Mujer Pequeña”
es uno de esos temas que parecen escritos con el alma. En ella, Roberto canta a la grandeza que habita en la ternura, a esa mujer que no necesita alzar la voz para transformar todo a su alrededor. Es una canción que abraza, que reconoce y que celebra lo que muchas veces pasa desapercibido: la fuerza que se esconde en la dulzura.
“Lady Laura”
no es sólo una canción: es una carta de amor a una madre, a ese refugio que siempre está, incluso cuando ya no está. Cada verso es un suspiro contenido, una caricia hecha música. Cualquiera que haya amado a una madre, se reconoce ahí, en esa mezcla de agradecimiento, añoranza y amor infinito.
“El gato que está triste y azul”
cuyo título original es “Un gato en la oscuridad”, es una metáfora preciosa y melancólica sobre la soledad que deja un amor perdido. Ese gato azul, vagando en la noche, es la imagen exacta de cómo se siente un corazón roto. Es una canción que llora sin dramatismos, que duele con delicadeza. Y quizás por eso, porque es tan humana, ha tocado tantos corazones.
Una vida dedicada a cantar lo que sentimos

Roberto Carlos comenzó su carrera en un Brasil sacudido por los cambios sociales y políticos de los años 60. Fue pionero del movimiento “Jovem Guarda”, el equivalente brasileño del rock juvenil, pero pronto encontró su verdadero lugar en las baladas cargadas de emoción. Desde entonces, su música ha cruzado idiomas, países y generaciones. Ha cantado al amor romántico, a la fe, a la pérdida, a la amistad, a la vida misma.

No es sólo un artista exitoso. Es un hombre que ha sabido cantar con el alma. Que no necesita gritar para estremecer. Que no necesita de modas ni artificios, porque su arte es auténtico, limpio, profundamente humano.
Una noche para recordar
El 22 de mayo, Roberto Carlos volverá a encontrarse con su público mexicano en Querétaro. El escenario del Hípico de Juriquilla se llenará de recuerdos, de emociones y, sobre todo, de amor. Porque cuando Roberto canta, uno no va sólo a escuchar: uno va a sentir.

Y en estos tiempos donde todo corre tan rápido, su música es un recordatorio de que aún hay espacio para lo íntimo, para lo verdadero. Que aún vale la pena cerrar los ojos y dejar que una canción nos abrace.