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LAS 3 JOYAS DE NATANAEL CANO EN COLABORACIONES


En una escena donde el regional mexicano parecía atado a los moldes clásicos del sombrero, el mariachi y las baladas de dolor, llegó Natanael Cano a prenderle fuego a la tradición y darle forma a un nuevo lenguaje sonoro: los corridos tumbados. Desde que empezó a fusionar trap, hip hop y música norteña, este joven sonorense no solo reventó las plataformas digitales, también redefinió lo que significa ser un artista mexicano en pleno siglo XXI.


Y este 31 de mayo será headliner del Festival Resuena Dos Equis en Puebla, uno de los eventos más esperados del año, donde compartirá cartel con otras grandes figuras del momento. Los boletos ya están disponibles a través del sistema de Boletos y Ticket, y si aún estás dudando en ir, esta nota es tu señal para no perdértelo.


El corazón expuesto: “300 noches” con Belinda

Una de sus colaboraciones más virales y aclamadas es “300 noches” con Belinda, un tema que sorprendió a todos no solo por la mezcla de estilos, sino por la carga emocional que ambos artistas lograron transmitir. Belinda, con su mística pop y aura de ícono, se funde con el tono crudo y confesional de Cano en una balada norteña moderna que habla de rupturas, vacíos y la nostalgia que duele como un tatuaje mal hecho.


El video musical, una joya cinematográfica de luces cálidas, miradas rotas y silencios incómodos, ya acumula millones de vistas y sigue creciendo como una de las baladas más intensas del regional actual. No solo se siente como una colaboración, se siente como una herida compartida. Si no lo has visto, prepárate para sentir.



El crossover imposible: “AMG” con Peso Pluma y Gabito Ballesteros


Si hay una canción que se ha vuelto himno de fiesta, desmadre y cultura tumbada, esa es AMG. Junto a Peso Pluma y Gabito Ballesteros, Natanael Cano le dio al regional mexicano un impulso que lo llevó directo a los clubs, a los playlists de Spotify más escuchados y al oído de una generación que quiere corridos pero también quiere perreo, relojes caros y rimas filosas.


“AMG” es adrenalina pura. Es lujo y barrio en una misma rima. Y más allá del bling y los beats, es la muestra de que el regional ya no se canta solo en palenques, ahora también suena en festivales internacionales y TikToks virales. Cano no solo colaboró, lideró una revolución sonora.



La declaración de principios: “Soy el Diablo” con Bad Bunny

Mucho antes de que los corridos tumbados fueran tendencia mundial, Natanael Cano ya estaba cruzando fronteras. En 2019, Bad Bunny —sí, el conejo malo— lo buscó para grabar “Soy el Diablo” (Remix). Y ahí fue cuando todo explotó. Un trap oscuro con alma de norteña donde ambos artistas se encienden en versos que hablan de poder, dinero y caos interior.


Esa canción fue el primer gran aviso de que el regional mexicano ya no iba a quedarse encerrado en los estereotipos. Fue el momento en el que Cano se convirtió en el chico malo del género, el que no pide permiso, el que hace lo que quiere.



¿Por qué Natanael Cano es tan relevante?

Porque representa un cambio de época. Es el reflejo de una juventud mexicana que no se identifica del todo con lo tradicional pero que tampoco quiere perder sus raíces. Cano rapea sobre Ferraris y amores tóxicos con una guitarra de sierreño al fondo. Es el puente entre lo viejo y lo nuevo. Y lo hace con honestidad brutal, sin filtros.

Además, su impacto no es solo musical: ha puesto sobre la mesa debates sobre clase, estética, lenguaje, autenticidad y censura. Y mientras sus detractores lo acusan de vulgar, su público lo aclama como voz de una generación marginada pero hambrienta de futuro.


Este 31 de mayo, Natanael Cano llega como headliner del Resuena Dos Equis en Puebla. Y no es solo un show: es un fenómeno. Una oportunidad de ver en vivo al artista que quebró los moldes y se hizo ídolo con su propia tinta. Prepárate para cantar, vibrar, llorar y bailar entre corridos tumbados, beats de barrio y letras que cortan más que una navaja.


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