
Tarja Turunen en Querétaro - Una noche sinfónica que estremeció el Teatro Metropolitano
- Alex Torres
- 3 jun
- 2 Min. de lectura
La soprano finlandesa Tarja Turunen, ícono del metal sinfónico, ofreció un espectáculo inolvidable en el Teatro Metropolitano de Querétaro el pasado 30 de Mayo, en una noche que ya se graba como una de las más potentes y emocionantes del año en la escena musical de la ciudad. El recinto colgó el letrero de sold out , anticipando la energía que se viviría y que, efectivamente, se desbordó desde el primer acorde hasta el último aplauso.

Lo que sucedió en ese escenario fue mucho más que un concierto. Fue una experiencia estética y emocional de alto voltaje, donde la voz imponente de Tarja pura fuerza operática fusionada con alma de rock se elevó acompañada por una orquesta sinfónica que brilló con luz propia, acompañada por Marko Hietala que se presentó canciones posteriores a la introducción.
Cada canción fue una puesta en escena cuidadosamente tejida con cuerdas y percusiones que no solo complementaban, sino que amplificaban la intensidad de su propuesta artística. La sinergia fue tan natural como abrumadora: metal y música clásica abrazándose con la madurez de quienes saben lo que hacen.
Los asistentes, que abarrotaron cada butaca del teatro, fueron testigos de un show donde la intensidad no se quedó en el sonido. Hubo lágrimas, ovaciones de pie y una conexión casi espiritual entre artista y público. La acústica impecable del Metropolitano se convirtió en el aliado perfecto para un setlist que recorrió distintas etapas de la carrera de Tarja, desde su etapa solista hasta homenajes a sus raíces musicales.

Este concierto no solo fue icónico por la presencia de una de las voces más poderosas del género, sino por la ambiciosa propuesta sonora que elevó el estándar de lo que significa un live show en Querétaro. En un mundo saturado de música digital, este evento fue una poderosa afirmación del valor del arte en vivo, ese que se siente en el pecho y deja eco en los días siguientes.

¿Por qué ir a un concierto? Porque no hay nada como estar ahí. Porque lo que se vive en un show en vivo no cabe en ningún video, en ningún audio, en ningún recuerdo contado. Un concierto es presente puro, es compartir vibras con desconocidos, es gritar hasta desgarrarse la garganta, es cerrar los ojos y sentir que el tiempo se detiene por un rato. En noches como la del 30 de mayo con Tarja Turunen, el arte no solo se escucha, se vive. Y eso, simplemente, no tiene reemplazo.

Cobertura y fotografía: Alex Flores