CANDELABRUM - Más que un Festival, un Renacer!
- Alex Torres
- 14 jun
- 2 Min. de lectura
Hay algo en la música que va más allá del sonido. Más allá del ritmo, más allá de las letras. La música como pocas cosas en la vida nos conecta con lo más profundo de lo que somos: nuestras emociones, nuestra historia, nuestra fuerza. Y cuando hablamos de metal, hablamos también de identidad, de libertad, de comunidad. De tribus que se encuentran y se reconocen en el mismo rugido.
Por eso, más que un evento, El Candelabrum Fest 2025 es una experiencia vital. Un acto de resistencia emocional. Un encuentro con ese otro yo que solo se revela cuando la distorsión vibra en el pecho y los gritos se convierten en catarsis compartida.
Este 6 y 7 de septiembre, la Velaria de la Feria de León, Guanajuato, será testigo del regreso de uno de los festivales más importantes de metal en Latinoamérica, y no es exagerado decir que se trata de una alineación que hará historia. Bandas internacionales, leyendas del género, propuestas emergentes, y una producción a la altura de los mejores festivales del mundo.
Pero más allá de los nombres, lo esencial es esto: la música transforma, y vivirla en comunidad es una necesidad emocional. Según diversos estudios psicológicos, escuchar música activa regiones cerebrales asociadas con el placer, la empatía y la memoria. Nos ayuda a regular el estrés, nos da energía cuando la necesitamos y consuelo cuando todo parece derrumbarse. Ir a un festival, entonces, no es solo entretenimiento. Es sanar en compañía. Es volver a sentirnos parte de algo más grande.
El Candelabrum Fest 2025 no es solo un evento para amantes del metal. Es una invitación a reconectar con esa parte de ti que quizás ha estado dormida. Esa que grita, que siente, que necesita romper rutinas y encontrarse entre acordes, luces, y almas afines.
Hoy es el momento de formar parte.
Hoy es el momento de regalarte esa experiencia que no se repite ni se explica, solo se vive.
🎟️ Los boletos ya están disponibles. No esperes más.
La música te espera.
Nos vemos en el Candelabrum.
